La historia de tus finanzas.
Si tu presupuesto es tu historia contada con números ¿Qué historia estas contando? y sobre todo ¿Qué historia te gustaría contar de ahora en adelante?
Bien dice que lo que mal empieza mal acaba y eso aplica perfectamente al inicio de nuestras finanzas personales, ¿recuerdas la primera vez que tuviste dinero es tus manos? Seguramente fue en la niñez cuando te dieron tu “domingo” -sí, con esos términos ya empiezo a oler a viejito- o bueno tu mesada, pero ¿te dijeron como administrarla? Desafortunadamente a muchos de nosotros no y aparentemente no hacia mucha falta, al final en la niñez ese dinero básicamente llegaba a manos del Sr/Sra de la tiendita de la esquina donde con 20 o 30 pesos sentíamos que comprábamos el mundo ¿recuerdas?
Después las cosas subieron de complejidad cuando en la adolescencia y juventud comenzamos a recibir mas dinero ya sea a través de tus padres, alguna beca/apoyo o bueno si empezaste a trabajar muy joven tuviste que pasar a otro nivel muy rápidamente, pero en cualquiera de los casos en esos momento de la vida comenzamos a descubrir que ya no solo se trataba de ingresos sino también de gastos y teníamos que aprender a priorizar; aunque al final había casos en los que si se nos pasa la mano en gastos teníamos el colchón de extender otra vez la mano con nuestra familia. De hecho, sorprendentemente con entre 500 y 1000 pesos al mes podíamos pasarla perfectamente bien (no digo que todos, quizás tu tenías más o menos posibilidades) pero lo importante es que aun en esta etapa tampoco nos hablaron de la importancia que tenia llevar un control de tu dinero y bueno ya ni se diga de ahorrar, más bien es en esa etapa donde formulamos una de las ideas mas equivocadas sobre el dinero… ¡Cuando gane más dinero podre resolver mis problemas financieros!
Ya para el momento en el que llegamos a la vida de adulto joven -para que no nos pegue tanto- los hábitos y costumbres que fuimos aprendiendo se acentuaron, sobre todo porque se incremento la cantidad de dinero a la que teníamos acceso, nuestros primeros trabajos nos permitieron obtener mas ingresos y mas constantes, pero mas ingresos no solucionan la carencia de conocimientos para administrar el dinero por lo cual ahora nuestro dinero ya no solo lo tiene el Sr/Sra de la tiendita de la esquina sino también muchas empresas que ofrecen productos y servicios (sobre todo a través de apps) y ahora cuando se nos pasa la mano, el colchón es el banco a través de las tarjetas de crédito y seguimos en esta etapa sin saber administrar el dinero pero ahora con más responsabilidades y aquí aparece otro pensamiento que arruinara nuestras finanzas ¡Me lo merezco, para eso trabajo! y ¡Eso luego lo veo, aún tengo mucho tiempo!
Y ya en la vida adulta es cuando podrán notarse mas claramente las consecuencias de la falta de conocimiento para la administración del dinero ya que a los hábitos que formamos desde la niñez ahora se enfrentan a un mercado laboral limitado y mal pagado, deudas, impuestos y las responsabilidades económicas que vayamos contrayendo en el camino para que finalmente después de una vida de desorden en nuestras finanzas, terminemos en la vejez sobreviviendo con una ayuda del gobierno que no nos alcanzara ni para ir a la tienda de la esquina y ¿Por qué?, porque lo que mal empieza... mal acaba.
Saber hacer un presupuesto es fundamental para comenzar con el pie derecho tu andar financiero.
Comienza a crear tu presupuesto en 3 sencillos pasos.
La forma de comenzar a poner en orden nuestras finanzas personales siempre parte de contar con un presupuesto, pero ¿Qué es un presupuesto?
Entendemos presupuesto como la planeación del registro de los ingresos y gastos realizados durante un periodo de tiempo previamente delimitado con la finalidad de evaluar el estado de nuestras finanzas.
Es importante considerar que no existe un modelo único para desarrollar un presupuesto, éste deberá ser realizado de acuerdo con la situación económica de cada persona, asimismo, no existe una periodicidad preestablecida para su elaboración, éste puede ser mensual, semanal, quincenal o incluso diaria, eso dependerá de la cantidad de transacciones que se realicen o del plazo que se tenga contemplado.
La elaboración de un presupuesto nos lleva a cumplir metas financiaras a corto, mediano o largo plazo y depende del esfuerzo y la disciplina.
Es importante considerar que el presupuesto siempre debe expresarse en términos monetarios y tiene que ser realista, pues debe partir de proyecciones y cálculos fundamentados en hechos y no en deseos. Es decir, de los ingresos que obtenemos regularmente de nuestra actividad laboral, cualquiera que esta sea, así como de compromisos ineludibles, tales como pago de pasaje, comida, renta, luz, impuestos, entre otros muchos.
Al elaborar un presupuesto se debe considerar 3 puntos:
- Ingresos
- Gastos y cualquier imprevisto
- Ahorro, definir una cantidad fija
Un presupuesto tiene el fin de garantizar la sustentabilidad. Esto quiere decir que vamos a partir de los ingresos que percibe una familia o individuo, vamos a planificar cuáles son los gastos y aquellas actividades en las cuales vamos a gastar. Vamos a tomar en cuenta que esta resta nunca podrá ser mayor a cero, ¿por qué? Pues porque los egresos no pueden ser mayores a los ingresos. Calcular el presupuesto nos sirve para conocer cómo se integran la magnitud de los gastos, realizar las compras de forma racional y no emocional. Funciona también como una guía para tomar decisiones de compra.
¡Lo que no se mide no se puede mejorar!
Entonces ¿qué necesitamos para hacer el presupuesto? En primer término, necesitamos todos los ingresos.
1.- Ingresos.
Los ingresos pueden ser de tres tipos:
Fijos: Son aquellos que se perciben regularmente, por ejemplo: el salario que se recibe cada semana, quincena o mes, renta, pensión, o un apoyo económico del gobierno o el sector privado.
Variables: Son aquellos que no se reciben de manera constante, por ejemplo: los bonos y la comisiones, ya que esos ingresos cambian continuamente o pueden estar sujetos a condiciones externas, como día de la semana o época del año en este caso se debe considerar un monto mínimo y un monto máximo probable.
Mixtos: El ingreso cuenta con un monto fijo y una parte que se puede dar en relación con los resultados. Es el caso de los comisionistas.
Ingresos adicionales: Son aquellos provenientes de prestaciones laborales como lo son el aguinaldo, fondo de ahorro, utilidades, prima vacacional y algún otro bono de productividad, etcétera. Aunque no son fijos los podemos destinar al ahorro, pero debemos considerarlos en nuestro presupuesto.
La segunda parte del presupuesto lo integran todas las salidas de dinero. Es decir, todos los gastos.
2.-Gastos.
Pueden ser de dos tipos:
Fijos: Son aquellos de los que no se puede prescindir para la vida diaria, por ejemplo: alimentación, colegiaturas, renta, transporte, luz, gas, entre otros.
Variables: Están relacionados con el estilo de vida de cada persona y su salud, por ejemplo: la compra de ropa, comidas fuera de casa, viajes, visitas al cine, servicios contratados de manera ocasional, medicinas, entre otros.
Gastos periódicos: Son aquellos que se presentan en cierta temporada del año, por ejemplo: el predial, los útiles escolares, los regalos, aniversarios, cortes de cabello, visitas al dentista, etcétera.
Gastos Hormiga: Son gastos que, aunque parecen pequeños, pueden convertirse en una importante fuga en las finanzas personales vistos a lo largo del tiempo, sobre todo cuando se realizan de forma constante. A estos desembolsos se les conoce como gastos hormiga y deben ser registrados a fin de localizarlos, disminuirlos y de ser posible eliminarlos.
A continuación, te mostrare un ejemplo de cómo formular tu presupuesto mensual.
Conocer tu capacidad de pago sirve para saber cuánto es lo que puedes
Ahorrar
Invertir
Gastar
Endeudarte
El tercer paso es hacer un balance
3.- Evaluación de las finanzas personales
La evaluación constante y el seguimiento a las finanzas personales es una actividad vital que ayudará a elaborar una mejor planificación presupuestal, así como a establecer metas realistas y el plazo de cumplimiento de estas.
La fórmula para calcular tu capacidad de pago es tomar el total de tus ingresos, restarle los gastos, restarle el porcentaje de ahorro realizado ese periodo y nos dará como resultado la capacidad de pago.
Dependiendo de los resultados, podemos situarnos al alguno de los siguientes escenarios.
Ingresos mayores a los gastos.
Éste es el escenario ideal ya que se cuenta con la oportunidad de ahorrar, así como de hacer frente a algún imprevisto o cumplir metas a mediano o largo plazo.
Ingresos iguales los gastos.
En este escenario se tienen finanzas equilibradas, sin embargo, se corre el riesgo de que la ocurrencia de algún imprevisto afecte negativamente el equilibro.
Ingresos menores a los gastos.
Este escenario es una llamada de atención que debe ser atendida de inmediato, puesto que puede implicar la necesidad, por lo menos habitual, de pedir prestado para cubrir los gastos del mes, la capacidad de ahorro se nulifica y existe incertidumbre financiera que puede desenlazar en sobreendeudamiento.
En este último escenario existen tres posibilidades
- Cuidar mejor los recursos y gastar menos en cosas innecesarias
- Solicitar un crédito, lo cual solo es una solución temporal y puede generar más repercusiones a largo plazo.
- Generar fuentes adicionales de ingresos
Recomendaciones finales.
- Puedes hacerlo en papel, en una hoja de cálculo o incluso hay apps para hacerlo. (Te recomiendo Wallet)
- La captura diaria de tus gastos es la mejor forma de llevar un control.
- Es importante incluir todos los gastos e ingresos en nuestro presupuesto y no desembolsar dinero si no está presupuestado.
- En el presupuesto se debe de contemplar una cantidad fija para imprevistos y otra para ahorrar, en esta última se recomienda del 10% al 15%
- Dedicar unos minutos al día y unas horas al mes para analizar los resultados de tu presupuesto serán la diferencia para que logres tus metas financieras y mantengas unas fianzas sanas.
¡COMIENZA A CREAR TU PRESUPUESTO YA!
¿A que dificultades te has enfrentado al hacer tu presupuesto? ¿Te sirvió este articulo? ¡Déjame tus comentarios!